Sería inútil, por sabido, decir que la forma es el soporte que nos ofrece el aspecto de la realidad material. Distinguimos las cosas por su forma-tamaño, volumen, perfiles y detalles de toda índole- y por su color; pero éste necesita de aquélla para trascender la pura sensación y significar algo concreto. La forma, por si sola, define, describe y comunica, incluso puede llegar a emocionar si se presenta de una manera determinada. Por eso se puede afirmar que el dibujo es la base indispensable para cualquier tipo de creación plástica, artística en el sentido más tradicional del término, o de diseño en cualquiera de sus facetas.
Los pintores lo saben: gran parte del éxito de sus obras se debe al dibujo, en ocasiones un sencillo boceto que soporta la apariencia visible, pero también el movimiento, la intención, la actitud, la expresión y -en el caso de lafigura humana- hasta el amor, la alegria y la pena. Es decir, dibujando bien la forma podemos acceder tambien a los dominios intangibles de la mente y el espiritu. Recordemos, por citar sólo un ejemplo histórico e indiscutible, al maestro Leonardo..
La misma Naturaleza se encontraría incapaz de pintar la eclosión de la vida y color de la primavera sino dibujara antes los campos y las ramas donde han de brotar los trigos y las flores.
El dibujo es, por lo tanto, la base, lo primero que todo creador plástico debe debe conocer y dominar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario